miércoles, 15 de febrero de 2012

Cuando no sabes que hacer, si llamarlo, o esperar a que llame. Y esperas a que llame pero no llama, y llamas tú y no está, te dice que está fuera, y tu piensas mierda, hoy ya no sólo no voy a poder hablar con él y ver si está bien si no que no me voy a poder desahogar con él de la mierda día que llevo. Porque él es el único que me escucha sin quejarse, me entiende y me ayuda. Porque él es el único que no descansa hasta verme sonreír. Porque no puedo, no puedo estar sin saber nada de él, le necesito; aquí conmigo. Porque lo quiero, lo quiero como nunca he querido a nadie. Porque cuando lo notas raro no puedes evitar preocuparte, y ponerte a llorar como una gilipollas, porque ahí si que estas mal y todo el mundo se da cuenta de que te pasa algo, entonces todos van a ti, y tu no sabes como decir que quieres estar sola, que no quieres contarle a nadie lo que te pasa, y que te dejen en paz. Que solo quieres salir corriendo hasta donde esta el, darle un abrazo y gritarle que lo amas, ver como te sonríe y te dice yo también pequeña. Y así darte cuenta de que todo lo que tu has pensado es mentira que aunque no haya venido, aunque no te haya llamado o no te haya contestado tenía sus motivos, pero que sigue queriéndote como siempre o más y que no se va a separar de tí.

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