martes, 28 de febrero de 2012

Me muero por suplicarte, que no te vayas mi vida. Me muero por 
escucharte, decir las cosas que nunca digas. Mas me callo y te
marchas, mantengo la esperanza, de ser capaz algún día de no 
esconder las heridas que me duelen al pensar, que te voy 
queriendo cada día un poco mas. Me muero por abrazarte y que 
me abraces tan fuerte, me muero por divertirte y que me beses 
cuando despierte acomodada en tu pecho, hasta que el sol 
aparezca me voy perdiendo en tu aroma, me voy perdiendo en 
tus labios que se acercan susurrando palabras que llegan a este 
pobre corazón, voy sintiendo el fuego en mi interior. Me muero por 
explicarte lo que pasa por mi mente. Me muero por intrigarte y seguir
siendo capaz de sorprenderte. Sentir cada día ese flechazo al verte. 
Que más dará lo que digan, que más dará lo que piensen, si estoy 
loca es cosa mía. Ahora vuelvo a ver el mundo a mi favor, vuelvo a 
ver brillar la luz del sol. Me muero por conocerte, saber que es lo 
que piensas, abrir todas tus puertas y vencer esas tormentas que
nos quieran abatir. Centrar en tus ojos mi mirada, cantar contigo al 
alba. Besarnos hasta desgastarnos nuestros labios. Crear soñar, 
dejar todo surgir, apartando el miedo a sufrir.

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